De las excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en València en los últimos años, la de la calle Ruaya es, sin duda, la que más cola ha traído. Allá por 2008 la intervención previa a la construcción de un parking para los vecinos sacó a la luz restos cartagineses e iberos del s. III a. C., es decir, anteriores a la fecha oficial de fundación de la ciudad por los romanos ¡Aleluya! ¡València era más antigua de lo que se pensaba!
O al menos eso es lo que querían Rita Barberá y la concejala de cultura, Mayrén Beneyto, cuando no perdieron ni un segundo en anunciarlo a los cuatro vientos.
Quizá no se les ocurrió pensar que el hecho de que aparezcan restos arqueológicos en la actual superficie de València, no implica que se correspondan con ela ciudad antigua. Las ciudades crecen y sobrepasan sus límites originarios, eso es de cajón. Los restos de Ruaya son, como han señalado unos cuantos especialistas, la evidencia de que los alrededores de la futura ciudad de Valentia tenían vida antes de la llegada de los romanos, cosa que, por otro lado, no es tan sorprendente.
Quizá eso también lo sabían Rita y Mayrén. Pero la noticia de una València más antigua de lo que se creía era demasiado apetecible. Esas cosas venden y dan prestigio. Cuanto más antiguo, mejor. La historia y la arqueología siempre han sido utilizadas como instrumentos al servicio de intereses políticos e identitarios.
Han pasado ya varios años y el ayuntamiento ya no quiere que València sea ibera. El sueño de Ruaya se ha desvanecido. Ni hay garaje ni hay yacimiento. Simplemente un socavón relleno de tierra. Y los vecinos, mientras tanto, siguen siendo los grandes perdedores. Supongo que a ellos no les interesó demasiado lo que sucedía en ese solar. Lo que querían era tener un aparcamiento y adecentar el lugar donde viven. Tal vez en otro país se les hubiera implicado en el proceso, se le hubiera dado un sentido. Aquí eso todavía no se estila. Y, al final, ni para ti ni para mí.
En fin, un patético final para un gran hallazgo.

Mayrén Beneyto y Rita Barberá pensando en Tyris (Foto: El Diario).