Los iberos se van de crucero

Los iberos son «gente a la que le gusta vivir con intensidad, divertirse, disfrutar de todos los momentos del día, conocer nuevos destinos, vivir nuevas experiencias, disfrutar en sociedad, las costumbres españolas, maximizar sus vacaciones y en definitiva, vivir la vida». Podría parecer una descripción de la Geografía de Estrabón del siglo I a. C. Pero nada más lejos de la realidad: se trata de la nueva campaña de Iberocruceros.

Los iberos ya no son lo que creíamos. Ahora viajan con pensión completa –espero que con buffet libre–, juegan en el casino, compran en las tiendas duty free, hacen escalas por el Mediterráneo –¡Ay de los comedidos arqueólogos, que pensaban que los iberos ni siquiera sabían construir barcos!– y por las noches disfrutan de monólogos y espectáculos de varietés.

Vamos, que representan un modo de entender la vida caracterizada por el carpe diem, «como nos gusta hacer a los pueblos latinos». O al menos eso dicen los de Iberocruceros, que en su nueva campaña promocional han colocado la etiqueta de «ibero» a todo aquel que sube a bordo de sus cruceros.

La Dama de Elche y los miembros de Vacaciones en el Mar a bordo del crucero de Iberocruceros

¡La tripulación de Iberocruceros te espera a bordo!

Me pregunto si, entre tanto ibero, los cruceros de esta empresa tienen alguna alusión, por mínima que sea, a la cultura ibera. Sería ideal que los iberos del presente, esos de los que habla Iberocruceros, pudieran conocer a sus antepasados. Pero me temo que los tiros van por otro lado. De hecho, lo único que hay de arqueológico en todo esto es que, según pone en la web, los más pequeños podrán disfrutar de aventuras y ginkanas con Tadeo Jones, incluso ver la película («Para más información, dirigirse al Rincón de Tadeo» una vez en el barco).

Y tú, ¿a qué esperas? «Demuestra tu lado íbero y gana un crucero». Lo único que tienes que hacer es dejar fluir tu #iberosidad. Los de Iberocruceros lo dejan bien claro: «a los íberos nos gusta vivir la vida». Y, siendo sinceros: si ese es el requisito, no tiene que ser tan difícil. Además, te puedes hacer iberoamigo a través de Facebook. Seguro que romanos y cartagineses no se lo piensan dos veces.

Yo, por mi parte, no puedo dejar de imaginarme a la Dama de Elche a bordo del Princesa del Pacífico, tarareando la cabecera de Vacaciones en el Mar.