¿Conocéis al Petit de Cal Eril? Hace unos meses sacó su cuarto disco, La Figura del Buit, que ha recibido muy buenas críticas y ha consolidado al cantante de Lleida en un estilo muy personal dentro del folk-rock psicodélico. Quizá una de las canciones más emblemáticas de su último doble sea Lleida frega Fraga. Aún a riesgo de estar pareciendo más un reportaje de Mondosonoro que de Piedra, antes de continuar leyendo deberíais dedicar un momento a escuchar el tema.
Ahora, prestad atención al minuto 1:30. Sí, habéis escuchado bien –y, si no, os lo transcribo–:
Els dissabtes treu de festa l’Indíbil
i deixa en Mandoni en un banc
O lo que es lo mismo:
Los sábados saca de fiesta a Indíbil
y deja a Mandonio en un banco
¿Y quiénes son esos dos? Os preguntaréis. Para quienes no hayáis oído hablar de ellos, Indíbil y Mandonio fueron dos ilergetes (los iberos que ocupaban, más o menos, la actual provincia de Lleida y parte de la de Huesca) que encabezaron una sonada rebelión contra las tropas romanas durante la Segunda Guerra Púnica (sí, esa que enfrentó a cartagineses y romanos en el siglo III a. C. ¡Es que hay que explicároslo todo!).
Y seguramente seguiréis preguntándoos: ¿y qué pintan Indíbil y Mandonio en la canción del Petit de Cal Eril? Todo tiene una explicación.
Aparte de la Seu Vella y otros monumentos, uno de los principales emblemas de Lleida es una estatua de Indíbil y Mandonio ubicada en la que fue la antigua puerta de entrada de la ciudad. Pero, ¿por qué precisamente ellos?
Desde el siglo XIX y hasta la actualidad, ha sido bastante habitual que las ciudades se vean salpicadas de imágenes y nombres de personajes históricos. Es una manera muy efectiva de construir identidad, ya que al ser visibles en el día a día se convierten en algo familiar y compartido por los habitantes del lugar.
En España, por ejemplo, se ha utilizado mucho a Viriato y Numancia, sobre todo en el siglo XIX –cuando se construye el nacionalismo español–, y todavía hoy podemos encontrar calles y plazas con sus nombres. Algo parecido ocurrió en Catalunya con Indíbil y Mandonio, aunque donde más atención se les prestó fue en Lleida. Por eso en 1946 se levantó una estatua en su honor, para celebrar el carácter del pueblo ilergete–lleidetano.
Así, hoy en día Indíbil y Mandonio siguen siendo un símbolo de Lleida y, como tal, es utilizado como medio de expresión, ya sea para reivindicaciones políticas, para celebraciones deportivas o para conmemoraciones festivas, entre otras muchas cosas. Los dos guerreros ilergetes han sido, incluso, la imagen de un festival de música independiente durante más de diez años.
Y ya que hemos empezado hablando de música, no quería acabar esta entrada sin recomendaros que escuchéis el disco entero del Petit de Cal Eril. ¡La escucha será ahora con conocimiento de causa!